13 jun 2010

El software libre salva las cuentas de la pyme española

Las pymes españolas ya no son lo que eran. Según cifras de la consultora Everis, el 90% de las pequeñas empresas y cerca del 60% de los autónomos disponen de banda ancha fija en su día a día.

Pese a este rápido avance, la asignatura pendiente sigue siendo las tecnologías que posibilitan el ahorro. Este problema, en tiempos de crisis, se ha convertido en una cuestión de supervivencia para muchos negocios.

Las pymes españolas no lo tienen fácil para invertir grandes cantidades en tecnología, aunque ésta pueda ser la solución perfecta para ver la luz al final del túnel de la recesión.

La introducción de tecnologías puede suponer cambios en el modo de trabajar y en los procesos

¿Un problema de bolsillo o de mentalidad? Los expertos apuntan a una conjunción de ambas cosas, si bien la primera, gracias al denominado software libre y a la externalización de servicios, se hace más fácil de sobrellevar. “Se trata de un conflicto de modelos mentales, ya que para introducir tecnologías, hay que modificar procesos, la forma de trabajar, las estructuras organizativas y la relación con el entorno emprearial”, apuntan fuentes del sector.

En este contexto, el software libre se presenta como una buena alternativa. Se entiende como software libre, o informática de código abierto, aquélla por la que no se paga una licencia. Los costes vienen derivados del posible desarrollo a medida de ciertas soluciones específicas y del soporte técnico. “En España, existe una oferta bastante variada y, por lo general, de buen nivel”, señala Pablo Ruiz Muzquiz, director de Free & Open Source de la consultora española Entel. “Como en todo, hay productos muy malos y profesionales poco fiables, pero las empresas más maduras ofrecen niveles de soportev técnico y de seguridad altísimos”, asegura Ruiz Muzquiz.

En teoría, el software libre proporciona soluciones estándar y económicamente eficientes. Pero esto no siempre es así. “Uno debe tener la disciplina para saber dónde está el límite de un desarrollo a medida porque, si no, acabará creando un monstruo imposible de gestionar y de mantener”, recomienda el ejecutivo de Entel.

Compatibilidad
Después, está el problema de la compatibilidad. En el lado de las infraestructuras, el código abierto está muy extendido, con lo que no suele suponer una dificultad. No ocurre lo mismo con las aplicaciones de ofimática. “La incompatibilidad de, por ejemplo, Word con otros programas similares provoca que, en muchas empresas, acaben teniendo las dos cosas”, destacan fuentes de Novell. Precisamente, Novell fue la primera compañía en firmar un acuerdo de interoperabilidad con Microsoft, hace ya tres años. En la actualidad, algunas estadísticas revelan que el índice de duplicidades con Office ronda el 90% de las firmas que cuentan con aplicaciones de software libre.

En otros frentes, como por ejemplo el de la facturación electrónica, el formato que se recomienda desde Hacienda está basado en tecnologías abiertas.
Al hablar de software libre en la empresa, cabe distinguir entre tres variables. En primer lugar, la Administración Pública, que en sus discursos ha apoyado siempre esta variante de la tecnología, ha estancado el número de proyectos. “El software libre es una preferencia, no algo obligado; se trata de cumplir lo mejor posible con las necesidades”, indican fuentes cercanas al Principado de Asturias, una de las comunidades que más fuerte ha apostado por las tecnologías no propietarias.

Más demanda
“Es la empresa privada la que está tirando ahora de las inversiones en proyectos informáticos”, afirma Ruiz Muzquiz. Desde la federación nacional de empresas de software libre, Asolif, se calcula que el aumento de la demanda fue del 14% en 2009.

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